Esteban Echeverría, 23 de mayo de 2025 – Se realizó con éxito en el HBEE una TAVI a un paciente de 80 años con estenosis aórtica severa, mediante un procedimiento mínimamente invasivo coordinado por un equipo multidisciplinario.

El equipo del Hospital de Alta Complejidad del Bicentenario Esteban Echeverría (HBEE) llevó a cabo un nuevo implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), técnica de alta complejidad que combina precisión clínica y soporte tecnológico.

El paciente fue un hombre de 80 años con estenosis aórtica severa, la patología valvular más frecuente en personas de edad avanzada. Esta condición, sumada a otras comorbilidades, generaba un deterioro progresivo de la función ventricular, manifestado por disnea -dificultad para respirar- y alto riesgo de mortalidad. Por eso, era menester intervenir para mejorar su calidad y expectativa de vida.

La evaluación estuvo a cargo del Heart Team, un equipo multidisciplinario conformado por cardiólogos clínicos, intervencionistas, cirujanos cardiovasculares y anestesistas, que define la mejor estrategia terapéutica en función del estado clínico del paciente, sus comorbilidades y las características de la patología. En este caso, se optó por una TAVI ante el elevado riesgo quirúrgico que representaba una intervención convencional en un paciente octogenario.

Este tipo de procedimiento implica múltiples desafíos. Se realiza mediante un acceso mínimamente invasivo, habitualmente a través de la arteria femoral, por donde se navega una válvula autoexpandible que se libera a nivel del anillo valvular y comienza a funcionar inmediatamente. La complejidad del proceso radica en el dominio de múltiples variables: desde la interpretación precisa de las imágenes hasta el manejo de dispositivos específicos, la coordinación de personal altamente entrenado y la disponibilidad tecnológica. Sin embargo, la rutina de lo extraordinario es el sello distintivo del HBEE.

El equipo a cargo del procedimiento estuvo conformado por Pablo Olmedo, Jefe del Servicio de Hemodinamia; Hernán Pavlovsky, Jefe de Sala de Hemodinamia; Franco Giannasi, médico del equipo de Hemodinamia; Pablo Luna y Juan Cruz Ferrari, profesionales de la Sala de Cirugía Vascular Periférica del Departamento de Clínica Quirúrgica; y Carlos Loria, anestesiólogo y referente del área de Gestión de Pacientes.

Olmedo explicó: “Este es un procedimiento de alta complejidad que requiere un alto entrenamiento técnico de los hemodinamistas, y un trabajo interdisciplinario con el equipo cardiovascular, los anestesistas y los cirujanos cardiovasculares”. También subrayó que “si bien la función del implante recae en el cardiólogo intervencionista, se trata de un trabajo conjunto en el que cada especialidad cumple un rol específico y los resultados dependen del grado de coordinación entre todos los servicios involucrados”.

En el HBEE, el postoperatorio inmediato se lleva a cabo en la Unidad de Cuidados Intensivos, con una monitorización estrecha orientada a detectar complicaciones tempranas como sangrado, arritmias o problemas vasculares. “En general, al ser un procedimiento mínimamente invasivo, de no detectarse complicaciones, en nuestro Hospital se les da alta a las 24 hs”, detalló Olmedo. Luego, el seguimiento ambulatorio se centra en controlar la función de la válvula mediante ecocardiografía, y en ajustar la medicación según la evolución del paciente, asegurando así una buena recuperación y calidad de vida.

“El procedimiento para nosotros es un desafío ya que implica un alto nivel de complejidad, tanto en función de lo que se le aporta al paciente como el monitoreo de la situación”, explicó Loria. Además, ponderó la labor al afirmar: “Los anestesiólogos trabajamos con hemodinamistas, cirujanos y técnicos. En procedimientos así se ve la alta complejidad realmente: en el trabajo interdisciplinario y en la aplicación de tecnología al paciente, para prevenir efectos adversos”.

Con esta clase de intervenciones, el HBEE ratifica su capacidad para resolver patologías complejas mediante tecnología de última generación y equipos altamente calificados, consolidando un modelo asistencial centrado en el paciente y en la excelencia médica.