La colaboración entre pacientes, familias y equipos de salud fortalece la calidad del cuidado, consolidando un sistema eficiente y de calidad.
El Día Mundial de la Seguridad del Paciente, conmemorado cada 17 de septiembre, es una oportunidad para reflexionar sobre la confianza mutua entre quienes reciben atención, sus entornos significativos y los equipos de salud. La seguridad no es un aspecto aislado, sino un proceso integral que se fortalece cuando la participación es consciente y activa en cada instancia del cuidado por todos sus actores. En el Hospital de Alta Complejidad del Bicentenario Esteban Echeverría (HBEE), esta premisa se traduce en un compromiso compartido que guía cada consulta, procedimiento y tratamiento.
La seguridad no significa ausencia de errores puntuales, sino un sistema de prevención permanente. Calidad y seguridad, por lo tanto, son inescindibles: toda atención de calidad debe ser segura, y toda atención segura se sostiene en protocolos y buenas prácticas.
Los beneficios que acarrea esta dinámica se expresan en:
• Diagnósticos más certeros
• Tratamientos según necesidades de cada paciente
• Reducción de eventos adversos
• Construcción de una relación de confianza con los equipos profesionales.
Con el fin de sostener este horizonte, el HBEE cuenta con su laureado Comité de Calidad y Seguridad del Paciente, un órgano interdisciplinario que reúne profesionales de distintas áreas con el fin de identificar riesgos, analizar procesos e implementar mejoras continuas. Su tarea excede la detección de problemas: promueve una cultura institucional en la que cada trabajador de la salud, sin importar su función, asuma la seguridad como principio rector, mediante:
Tan destacada es su labor, que repercutió en distintas certificaciones, como la otorgada por el Ministerio de Salud de la Nación en torno a la calidad y seguridad; o la acreditación del CENAS tras un exhaustivo proceso de evaluación externa e interna. Ambos reconocimientos destacan el trabajo interdisciplinario, el uso de tecnología avanzada y una atención centrada en las personas.
La seguridad trasciende lo técnico y adquiere una dimensión ética y humana. No se trata únicamente de reducir daños o prever incidentes, sino de garantizar que la atención sea respetuosa y comprensible para quienes la reciben. La centralidad de las personas y sus familias en los procesos de cuidado es fundamental: los sistemas que integran su voz en la práctica cotidiana alcanzan mejores resultados. En el HBEE, la alta complejidad se expresa tanto en la capacidad técnica como en la vocación de brindar una atención segura, humanizada y confiable.
Derechos del paciente, historia clínica y consentimiento informado. Ley 26.529
Recibir asistencia, trato digno y respeto por parte del equipo de salud.
El resguardo de tu intimidad, protegiendo tu vida privada y tus datos personales y sensibles.
La confidencialidad de la información que brindás.
Realizar una interconsulta médica y contar con la
información necesaria.
Consentir o rechazar los tratamientos y procedimientos médicos que te propongan.
Acceder a tu historia clínica.
Recibir información sobre tu estado de salud, los tratamientos disponibles y sus efectos.
Autorizar a terceras personas para que reciban la
completa información sobre tu estado de salud.
Que te nombren y registren de acuerdo a tu identidad de género (ley 26.743 de identidad de género).